Era domingo 29 y según lo previsto con intención de cruzar
en el ferry de Algeciras a media tarde, salimos a las 6.45 con muchísima
ilusión y el maletero cargado la cantidad exacta de trastos para no perder
visión y aprovechar el espacio como en una partida de tetris perfecta: nuestras
mochilas, botiquín, mapas, papeles necesarios, repuestos y herramientas de
coche, material de acampada, una veintena de equipaciones deportivas donadas
por el Club Osuna Balonmano Madrid, otra veintena de abrigos, además de ropa de
bebe, cedidos por la ONG Serso Pangea, otro número similar de
carteras-maletines escolares que nos había proporcionado la asociación Litopía
en Burgos y una quincena de sábanas en buen estado que aportó el C.M.U Marqués
de la Ensenada en Madrid.
El trabajo estaba hecho. Habíamos dedicado muchas horas,
recursos y esfuerzo a plantear la idea y limar detalles desde el día que nos
planteamos la posibilidad real. Ahora solo tocaba disfrutar e ir devorando hora
tras hora la carretera con paciencia.
Cuando uno echa la vista atrás y se remonta a aquel día, no
es consciente de todos los pequeños detalles por los que tendrá que pasar y es
precisamente de eso, de lo que surge la conversación mientras sales de Madrid
dirección Córdoba: que si comprar el
coche, llevarlo al taller para ponerlo a punto, hacer kilometraje para ver si
hay problemas, construir la baca e instalar la radio y otros accesorios,
confeccionar la caja de herramientas y de repuestos, completar el botiquín,
hablar en persona con gente que hizo rutas similares y aprender, estudiar el
mapa en profundidad (descargar versiones offline y para GPS, comprarlos en
papel, confeccionar las etapas, gasolineras, alojamientos, pensar en imprevistos
de fronteras, leer miles de blogs, páginas y foros…), ir mañanas y mañanas a
embajadas, policías y ministerios para que te validen y sellen documentación,
tolerar bien las casi decena de vacunas y pastillas, hablar con seguros, pedir
avales en bancos para respaldar documentación de coche, escribir a más de una
centena de equipos y tiendas para intentar que te donen material deportivo, escribir
a más de una treintena de organizaciones que están en terreno para poder
visitarlas y que nos ayuden con consejos prácticos, quedar con ellos para recoger
dicho material, abrir el blog, gofundme, facebook y mantenerlo, organizar la
fiesta de despedida…
Llegas a la conclusión que salir y poder emprender esta
aventura es ya de por sí un premio.
Sin darnos cuenta, los
kilómetros trascurrían, avanzando a una velocidad 80-100km/h, como habíamos
estimado. A las 9.15, tras algo más de dos horas de viaje, el Suzuki nos pidió
gasolina y paramos media hora a repostar, descansar nosotros, y el coche y
desayunar. Dos horitas más tarde el piloto de aceite se encendió y nos echamos
a un lado en la primera salida para poder atender la necesidad. Mientras el
coche enfriaba un poco limpiamos un poco el carburador y tras rellenar el
aceite a niveles adecuados emprendimos de nuevo el viaje.

Todo parece indicar que el motor gastaba “algo” de aceite en
marcha, normal para un coche de sus años. Ese algo empezó a ser significativo,
posiblemente por un desgaste mayor del que podría parecer, a priori, en los
segmentos de los pistones. El humo saliendo por el tapón del aceite, nos hacía
temer lo peor. Gripar el motor, es la avería más gorda que podría pasar.
Implica, esencialmente, en un motor de estos años, cambiar completamente el
motor, o desmontar el motor entero, y cambiar todos los cojinetes, rectificar
el cigüeñal, cambiar segmentos… y aún así no estar seguros de que vaya a
funcionar. Algo inabordable por el tiempo que supondría, primero encontrar un motor
en buen estado, y luego el trabajo en sí.
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Esta es la última foto que tenemos del coche, antes de que se lo llevase la grúa |
El RACE se presentó con rapidez, en tan solo 40 minutos con
una grúa a estudiar el caso: “Se ha gripado”, “con este coche no vais a llegar
ni a Granada”, “hablad con el RACE para que os ponga medios para volver a casa”.
Fin de la aventura, el primer día, las primeras horas. Después de eso, taxi a
Jaén y tras dos horas en la estación sin apenas cruzar palabra, tren rumbo a
Chamartín.
Uno espera que le pasen cosas, es inevitable en un viaje, sabes
que atravesarás momentos menos gratos, dificultades, has pensado en ello de
antemano, pero cuando todo se reduce a 350km, un 5% de lo que tenías planeado y
ni siquiera sales de España, no es nada fácil encajarlo.
El coche estaba revisado en taller, le habíamos hecho más de
1000km en alguna tirada “larga” desde la compra por autovía, ciudad, camino…
pero a veces, a las máquinas, como las personas, cuando tienes una edad y
aunque te cuides, te puede fallar el corazón, con o sin motivo aparente.
Quince horas después de haber salido no podemos sino
sentirnos decepcionados cuando llegamos a casa en lo que se suponía un viaje de
quince días, una aventura única de aprendizaje, de vida… no cabes en sí, sobre
todo por no poder habernos acercado a cumplir con el fin: donar el coche y el
material. No es tampoco fácil escribir cuando hay que dar la cara, reconocer
que las cosas no han salido ni un poquito como se esperaba y regresar con la
cabeza gacha. Ahora toca razonar…
- A las organizaciones que nos habéis aportado material: Gracias de veras, vosotros nos disteis una razón extra para empezar a rodar. No es fácil encontrar organizaciones que quieran ayudar a llevar a cabo acciones como esta. Estos días contactaremos con vosotros para devolveros la donación o bien plantear maneras alternativas de hacerlas llegar.
- A los asistentes a la fiesta de despedida del viernes, os proponemos lo siguiente: como es muy difícil saber la medida en la que uno y otro nos ayudasteis, sugerimos donar la ganancia a la organización DAC. Sabemos que no es un coche, tampoco se le acerca, pero dado la naturaleza positiva con la que todos colaborasteis y acudisteis nos parece lo más razonable. Os pedimos por favor, que si alguien no estuviese de acuerdo, nos lo hiciese saber, y le devolveremos la cantidad que considere oportuno en persona. Gracias por vuestra ayuda, por haber venido y por todo el aliento del que nos impregnasteis.
- A aquellas personas que nos habéis ayudado económicamente a través de la plataforma gofundme o por transferencia, como sabemos quiénes sois y en los próximos días os pediremos número de cuenta para poder devolveros vuestra aportación. Gracias por confiar en nosotros desde el principio.
- A las donaciones anónimas de gofundme, y como no
tenemos manera de saber quiénes sois, os incluimos en el apartado de asistentes
a la fiesta y donaremos vuestra parte a
DAC. Gracias igualmente por vuestra colaboración.
Queremos aprovechar, en términos un poco más generales, para
agradecer de verdad a todos vuestra ayuda. Haber estado rodeados de vuestras
palabras, ánimos y aportaciones nos hace creer que existen personas que merecen
la pena, personas buenas e integras y que de verdad quieren ayudar
desinteresadamente. Es por eso que aún más nos pesa que todo haya sido tan
fugaz. Lamentamos no haber podido cumplir el fin y haberos embarcado en esta
idea. Muchas gracias a todos, de corazón.
A veces los planes no salen como estaban previstos, pero eso no quita mérito al proyecto en el que os habéis embarcado. Las intenciones son las mejores, la realidad en muchas ocasiones otra.
ResponderEliminarSólo queda felicitaros por la ilusión y el ejemplo que habéis demostrado. Mucho ánimo, no deberíais sentidos apesadumbrados sino orgullosos de los valores que os empujan siempre hacia adelante.
Un abrazo fuerte.
¡¡¡¡Animo!!!! y enhorabuena por crear el proyecto y ponerlo en marcha. Seguro que el Universo pondrá a vuestro alcanze otra forma de colaborar. Puede que vuestro sitio esté mas cerca. Un abrazo y un besazo.
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